Un tercio de los 14,5 millones de personas de nacionalidad
portuguesa viven en el exterior, al tiempo que alberga a unos 600.000
inmigrantes, entre regularizados e indocumentados.
El saldo de la cuenta entre los que salen y los que entran demuestra que
Portugal todavía es un país esencialmente de emigrantes.
La conclusión tan recurrida por políticos y medios de comunicación de que,
"de un país de emigrantes, Portugal pasó de ser un país de inmigrantes, es
una afirmación gratuita, sin ningún asidero", comentó a IPS el analista de
asuntos internacionales Augusto Videla.
Más de la mitad de los poco más de cuatro millones de emigrantes lusos se
concentran en Brasil, Francia, Sudáfrica, Venezuela, Estados Unidos, Canadá,
Bélgica, Suiza y Alemania, y el resto está diseminado en otros 71 países.
"El flujo continúa. Un portugués en cualquier rincón del mundo es un
facilitador de intercambio, un apoyo al comercio. Fuimos y seguimos siendo los
modernos fenicios", apuntó Videla.
En Portugal hay casi medio millón de desempleados, que equivalen a 9,8 por
ciento de la población económicamente activa, según cifras divulgadas la semana
pasada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Pero los sindicatos
entienden que ya se superó ampliamente ese número, al no ser contabilizados los
que se desempeñan en trabajos precarios esporádicos.
"Es un cuadro que estimula la emigración", apunta Videla, al subrayar
que "el principal destino entre 2008 y 2009 fue Angola", con cerca de
100.000 portugueses que han escogido esta ex colonia africana que se
independizó en 1975.
Angola, con una tasa de crecimiento de poco más de 15 por ciento entre 2004 y
2007, una de las más altas del mundo, superó a Nigeria a comienzos de este año
como principal productor de petróleo del África subsahariana.
Asimismo, cuenta con una rica industria de extracción de diamantes y una febril
actividad en la reconstrucción de un país devastado por una guerra de cuatro
décadas, dividida entre la lucha de liberación contra Portugal (1961-1974) y la
guerra civil (1975-2002).
Desde 2008 también han emigrado unos 40.000 portugueses a Irlanda, Gran
Bretaña, Luxemburgo y Andorra, mientras que el tradicional flujo hacia Brasil,
que con 192 millones de habitantes es el mayor país de lengua portuguesa del
mundo, comienza a retomar el ritmo tradicional. (...)
Por Mário de Queiroz, IPS - Inter Press Service, aqui.